jueves, 20 de mayo de 2010

Capitulo II - El Nacimiento

13 de Diciembre, un día frío, de esos que no se olvidan. A las 8.30h de la mañana Marta no había conseguido conciliar el sueño en toda la noche, los contínuos dolores que sufría, además del avanzado embarazo que contaba ya casi las 32 semanas, había provocado que pasara toda la noche en vela.

Eran las 9.15h cuando decidió levantarse para tomar algún calmante acompañado de una buena taza de té caliente, con el propósito de poder entrar en calor y así conciliar el sueño por lo menos un par de horas.

Mientras preparaba el té repasaba los hechos que habían marcado tanto su vida durante sus veinticinco años de edad. Había sido criada en una familia pobre que vivía en el barrio de Triana, uno de los barrios mas populares de Sevilla. Triana, siempre fue un barrio humilde y popular, donde residían los menos acomodados, alojados en patios o corrales de vecinos. Su familia no consiguió proporcionarle una educación reglada, por lo que, todo lo que había aprendido había sido a base de esfuerzo y trabajo, ya que, desde los ocho años fue entregada a una familia para trabajar a cambio de su manutención.

La suerte o la desgracia quiso que a sus dieciocho años un fotografo se fijase en ella mientras paseaba con unas amigas un domingo por la tarde cerca de las callejuelas del centro. Aquél fotógrafo quedó hipnotizado por aquella chica con un pelo negro como el carbón y unos ojos azabache, que en muchas ocasiones, habían provocado mas de un giro de cabeza y de algún que otro tropiezo por parte de los jóvenes muchachos que se cruzban con ella.

De esta forma y gracias a una cuantiosa cantidad que pago Marc a la familia consiguió salir de aquella casa donde trabajaba de sol a sol y en la que apenas recibía cariño alguno.

Los cinco años que pasó con Marc fueron como un cuento de hadas, o por lo menos, como aquello que nunca había conocido y que no volvería a conocer.

Marc era un fotógrafo muy conocido en aquella época, ya que, era reclamado para todos los desfiles de moda porque conseguía captar la belleza de cada modelo y potenciarla en sus fotografías como nadie lo había conseguido nunca. En aquel momento Marta se dejó aconsejar y guiar por Marc, ya que era su pareja y su manager, haciendo que alcanzase una fama internacional. No había portada de moda y belleza en la que no figurase Marta, los diseñadores se la rifaban para sus desfiles y todas las jóvenes quinceañeras querían parecerse a ella.

Toda esa fama duro hasta que su relación con Marc terminó. Durante el último año no había día que Marta apareciese con alguna marca o magulladura en la cara y el cuerpo. Cuando Marta decidió dejarle, él se encargo en que su carrera terminase fulminantemente.

Durante los dos años que transcurrieron después, se puede decir que fueron un conjunto de idas y venidas, peticiones de favores a cambio de otros favores y la caída irreversible en el mundo de las drogas.

Aquel año de 1978 Marta volvió a encontrarse con Marc en una fiesta, ella no había conseguido olvidarle y aún menos dejar de amarlo. Todo ello acabo con una fuerte paliza esa misma noche y el ingreso inmediato en el Hospital Univesitario Virgen del Rocío.

Después de pasar una semana en coma, al despertar, se enteró de la noticia, iba a tener un bebé. Estuvo pensando en abortar, ya que, el simple hecho de volver a recordar lo ocurrido le daban ganas de quitarse la vida. No podía creer lo que había ocurrido, un hombre al que había querido tanto y el que la había tratado como una basura. Aun así el sentimiento por aquel bebé era tan fuerte que decidió seguir adelante pese a lo ocurrido y pese a los comentarios de la gente.

En esa mañana del 13 de Diciembre de 1978, Marta sitió un dolor tan fuerte que la taza de té se le cayó de las manos y fué a parar al suelo rompiéndose mil pedazos. Solamente le dio tiempo a llamar al número de urgencias cuando se desplomo de golpe y durante la caída se golpeó fuertemente en la cabeza con la esquina del armario.

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